El trigo moderno
¿Qué es el “trigo moderno”?
El trigo que hoy consumimos no está genéticamente modificado (no transgénico), pero sí ha sido hibridado intensamente desde mediados del siglo XX para:
-Mejorar el rendimiento agrícola.
-Hacer pan más esponjoso (más gluten).
-Resistir enfermedades y plagas.
Como resultado, el trigo moderno (especialmente el triticum aestivum) tiene más gluten, más almidones rápidos (como amilopectina A) y menor diversidad genética que los trigos antiguos (como espelta, kamut o einkorn).
¿Por qué hay preocupación con el trigo actual?
-Por su mayor contenido en gluten.
-El gluten es una proteína que no todos los sistemas digestivos toleran bien.
En personas con:
-Enfermedad celíaca (1–2 %): el gluten daña gravemente el intestino.
-Sensibilidad al gluten no celíaca: síntomas digestivos y neurológicos sin daño intestinal.
-Enfermedades autoinmunes: el gluten puede empeorar los síntomas.
-Índice glucémico alto.
-La harina blanca moderna tiene un índice glucémico mayor que el azúcar de mesa.
Provoca picos de glucosa en sangre, lo que se asocia a:
-Aumento de peso
-Resistencia a la insulina
-Mayor riesgo de diabetes tipo 2
Uso de pesticidas y glifosato
Aunque en la UE su uso está regulado, en algunos países se rocía trigo antes de la cosecha para secarlo (pre-harvest desiccation). Esto deja residuos.
España ha sido criticada por importar trigo de países donde esto es legal (como Canadá).
¿Entonces, el trigo moderno es malo para todos?
Si y No. Para la mayoría de personas sin intolerancias ni enfermedades inflamatorias, el trigo moderno no es peligroso si se consume con moderación y en formas no ultraprocesadas.
Lo problemático suele ser:
-El exceso de productos derivados: pan blanco, bollería, pizzas, cereales azucarados.
-La mala calidad de las harinas refinadas (sin fibra, con aditivos).
-El consumo en personas con susceptibilidades genéticas o metabólicas.
¿Es mejor el trigo antiguo?
Sí, en algunos casos:
Variedades como espelta, kamut o einkorn contienen menos gluten y son más digestibles.
Los trigos antiguos no han sido tan hibridados, y tienen una mejor proporción de proteínas y minerales, pero no son aptos para celíacos.
Algunas Recomendaciones prácticas
En lugar de… | Prueba con… |
Pan blanco industrial | Pan integral de masa madre o espelta |
Pasta blanca | Pasta integral o de legumbres |
Bollería industrial | Pan casero o bizcocho de harina de avena |
Harinas refinadas en casa | Harina integral o de trigo sarraceno |
Recomendaciones generales
Si no tienes problemas digestivos ni autoinmunes;
-Puedes consumir trigo moderno integral moderadamente en formas fermentadas (pan de masa madre).
-Si tienes digestiones pesadas o inflamación intestinal: prueba con espelta o einkorn.
-Si eres celíaco o con sensibilidad severa al gluten: usa trigo sarraceno, avena certificada, mijo o quinoa.
-Cuidado con algunos panes sin gluten ultraprocesados, contienen azúcares y aditivos perjudiciales, gomas, almidones, grasas, son bajos en fibra, se les podría catalogar de comida basura. Leer bien la etiqueta.
-Para elegir un buen pan sin gluten en el caso que no estéis habituados a la compra de este producto y queráis incluirlo en la dieta, os recomendamos consultarlo previamente con un profesional de nutrición integrativa.
Algunos consejos:
-Revisa los ingredientes.
-Selecciona harinas y almidones de calidad: arroz integral, trigo sarraceno, maíz, sorgo, avena certificada sin gluten.
-Evita panes con exceso de almidón refinado: almidón de maíz, de patata o de tapioca como base principal (llenan pero no nutren).
-Cuidado con los aditivos; evita panes con largas listas de conservantes, gomas y azúcares.
Busca fuentes de fibra y proteínas
Ingredientes como semillas (chía, lino, girasol), pseudocereales (amaranto, quinoa), o legumbres (harina de garbanzo, lenteja) mejoran el valor nutricional y saciedad.
Verifica el sello «sin gluten» certificado
-Asegúrate de que tenga el logo oficial de certificación (espiga barrada) o un sello local regulado.
-Si eres celíaco, esto es fundamental para evitar contaminación cruzada.
Fíjate en la textura y frescura
-Un buen pan sin gluten no debe ser excesivamente gomoso, seco ni quebradizo.
-Si lo compras envasado, busca fechas de producción cercanas. Los mejores suelen estar en panaderías especializadas o refrigerados/congelados.
Prefiere pan fresco o artesanal
-Los panes industriales suelen abusar de aditivos para mejorar la textura.
-Las panaderías artesanales sin gluten suelen trabajar con recetas más equilibradas y nutritivas.
Prueba diferentes marcas y formatos
-No todos los panes sin gluten saben igual: algunos se parecen más al pan de molde, otros al pan rústico.
El pan congelado de calidad, al calentarlo, puede quedar mucho más rico que el envasado a temperatura ambiente.
Autor: Redacción de Salud Integrativa.
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