Coenzyma Q10 y DHA, 2 herramientas para potenciar y preservar la salud. Por la Dra. Teresa Comes

Vamos a hablar con la Dra. Teresa Comes de 2 sustancias a las cuales se le atribuyen unas propiedades inmejorables en el mantenimiento de la salud que, al ser administradas conjuntamente, parece ser que sus efectos se multiplican.

 ¿Dra Comes, qué es la coenzyma-q 10 y para qué sirve?

La co-q10 es una enzima que se produce de forma natural en el organismo. tiene un papel fundamental en el mantenimiento de la salud. está presente en las mitocondrias, que son unas organelas que permiten la respiración celular y la síntesis de energía.

Por este motivo es especialmente abundante en tejidos de órganosvitales como el corazón, el cerebro, el hígado, los pulmones, los riñones…, es decir, en las vísceras. también en los músculos, no olvidemos que el corazón también es un músculo cuya actividad no cesa en las 24 horas del día, por eso es el órgano más rico en mitocondrias del organismo.

Químicamente la co-q10 es una benzoquinona, que se sintetiza en el hígado y que está presente en 3 formas en función de su estado de óxido/reducción:

Ubiquinona (la forma oxidada): acepta electrones.

Ubiquinol (la forma reducida): dona electrones.

Semiquinona (forma intermedia): acepta/dona electrones.

Aquí radica su efecto antioxidante, en su capacidad para donar/aceptar electrones, participando en la cadena respiratoria de transporte de electrones.

 ¿Qué propiedades tiene la coenzima-q10?

Se le reconocen 2 funciones principales que son “esenciales” para la supervivencia celular y, porlo tanto, para todo el organismo:

-La producción de energía.

-Efecto antioxidante.

-Producción de energía: la célula necesita producir energía para sobrevivir, y esta acción se realiza en las mitocondras, cuya misión es fabricar atp, nuestro sustrato energético fundamental. la co-q10 participa en el 95%nde la producción del atp.

-Acción antioxidante: tan importante como la anterior. todas las funciones metabólicas celulares generan radicales libres, que tienen un efecto perjudicial para la salud. el organismo tiene un mecanismo para neutralizarlo, que es el sistema antioxidante exógeno. formado por un grupo de enzimas especializadas. la co-q10 participa de forma muy activa en este proceso antioxidante, además de otros cofactores, como vitaminas y minerales (selenio, zinc , cobre, manganeso, hierro, magnesio, vitaminas del grupo b, c, e…), por su facilidad en aceptar/donar electrones en la cadena respiratoria de la mitocondria. se trata de un efecto “protector” de células, tejidos y órganos, contra la acción oxidante de los  radicales libres, implicados en el proceso de envejecimiento, tanto a nivel general como de la piel y que forman parte de la patogenesia de las enfermedades crónicas.

¿Cuáles son las fuentes alimentarias de la co-q10?

La co-q10 se puede obtener a través de la alimentación. siendo los alimentos que más la contiene el corazón y el hígado de cerdo y vacuno, también la carne de los animales (músculo). aunque las costumbres dietéticas actuales aportan un bajo consumo de estas vísceras. por eso se aconseja su suplementación.

¿Cuáles serían las principales indicaciones de la co-q10?

Las indicaciones son múltiples, tanto para mantener la salud, como para prevenir y tratar muchas enfermedades crónicas y, sobre todo, es una herramienta indispensable para frenar o retrasar en envejecimiento del organismo en general, y también de la piel, que tanto nos preocupa a nivel estético.

-Potenciar la salud cardiovascular.

-Estados de déficit de energía: astenia, convalecencia de enfermedades…

-Recuperación tras ejercicio físico ”intensivo”.

-Recuperar la piel del daño causado por los rayos solares (r.u.v.) o distintos factores ambientales: clima, tóxicos, fármacos…

-Déficit de co-q10 por disminución de producción o exceso de consumo en ciertas situaciones:

Estrés.

-Enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, metabólicas…

-Fármacos: estatinas, beta-bloqueantes.

-Sobreesfuerzo físico.

– Migrañas.

-Envejecimiento:  con la edad disminuye la síntesis endógena y aumentan sus necesidades.

– Enfermedades gastrointestinales: malabsorción, disbiosis, e.i.i….

– Niveles bajos de vitaminas (b,c,e) y selenio, necesarios para su síntesis.

-Tóxicos (tabaco, alcohol, fármacos…): agotan sus reservas.

– Enfermedades neurodegenerativas…

Hay 2 indicaciones especiales en las que convendría insistir:

Salud cardiovascular: el corazón es el órgano más rico en mitocondrias del organismo, que son las fabricantes de atp, nuestra fuente de energía, y está activo las 24 horas del día. pero sus necesidades aumentan en situaciones especiales: ejercicio físico intensivo, hta, obesidad, insuficiencia cardíaca… además, la co-q10 inhibe la “oxidación” del ldl colesterol (colesterol malo), causante de las placas de ateroma de las arterias.

Envejecimiento y fotoenvejecimiento: con la edad disminuye la capacidad de sintetizar co-q10, a partir de los 25 años y dependiendo de múltiples factores. se habla de una disminución del 65% a los 80 años. paradójicamente, esta disminución de su síntesis se acompaña de un aumento de sus necesidades conforme vamos cumpliendo años, porque disminuye la producción energética y estamos más oxidados y más inflamados. de ahí que esté muy indicada la suplementación de esta enzima tan importante para mantener la salud.

 ¿Existe alguna contraindicación?

No debe administrarse durante el embarazo y la lactancia. No existen suficientes datos sobre su seguridad en estas circunstancias, a diferencia del DHA, como veremos después.

En el caso de la warfarina (un anticoagulante), puede disminuir su efecto. consultar siempre con un profesional y ajustar las dosis.

¿Qué dosis se aconseja y cómo debe administrarse?

La dosis va a depender de lo que pretendamos tratar y de la situación personal, siempre individualizando. no es lo mismo prevenir que tratar una patología.

La dosis mínima serían 30-60 mg/día. una dosis normal 100-200 mg/día, repartidos en 2-3 tomas. en enfermedades neurodegenerativas se puede llegar a dosis mucho más elevadas.

Su administración debe ser siempre con comidas, por tratarse de una sustancia liposoluble, es decir soluble en grasas. mejor si la comida contiene grasa (aceites vegetales), pues facilita su absorción, como ocurre con los ácidos grasos omega 3.

¿Por qué es beneficiosa la co-q10 en la piel?

La piel no es sólo un recubrimiento externo, es un barrera de protección frente a las agresiones del medio ambiente (r.u.v., clima, tóxicos, fármacos…). pero también está sometida a cambios metabólicos internos (genéticos, hormonales sobre todo en las mujeres con la caída de estrógenos y progesterona, estado nutricional insuficiente o inadecuado, carencias de vitaminas, minerales, a.g. omega 3… todos estos factores contribuyen a acelerar el envejecimiento de este órgano expuesto al exterior, que además tiene que ver con nuestra apariencia física y nuestra imagen personal.

No olvidemos que conforme cumplimos años el metabolismo celular se vuelve más lento, al disminuir el aporte de energía debido al déficit de producción de co-q10. esto repercute en la producción de colágeno y elastina, si a ello añadimos el déficit hormonal en las mujeres tras la menopausia, tendremos una piel seca, deshidratada, pérdida de firmeza y elasticidad y aparecen las arrugas, las manchas, la flacidez.

Desde hace años se viene usando la co-q10 en productos cosméticos “antiedad” aplicados tópicamente. aunque es mucho más efectiva la suplementación oral, pues actúa a nivel intracelular, en todos los órganos y tejidos, por su condición ubiquitaria. a nivel de la piel, protege las capas más profundas, de las r.u.v. (una de las principales responsables del envejecimiento cutáneo o fotoenvejecimiento (junto con el tabaco, el alcohol y otros tóxicos). además de prevenir la aparición de lesiones pre-cancerosas/cancerosas de la piel.

¿Por qué es importante asociar la co-q10 y el dha? ¿y por qué es necesario suplementarlos?

Hasta ahora me referido solamente al co-q10 porque en una entrevista reciente hablamos de las propiedades del dha, que se puede consultar en youtube en la plataforma de salud integrativa.

El hecho de recomendar su asociación es porque cada una de ellas por separado tiene unas propiedades indispensables para el mantenimiento de la salud, pero si se asocian tienen un efecto sinérgico, es decir que se potencia su acción y son más efectivas si se dan juntas. además, ambas coinciden en su condición ubiquitaria, pues están presentes en todas las células del organismo.

El DHA es un ácido graso de la serie omega 3, que forma parte de la estructura y función de todas las membranas celulares. siendo especialmente abundante en el cerebro y tejidos nerviosos, en la retina y en el esperma. permite la fluidez de la membrana celular, condición indispensable para una correcta función de la célula.

Su acción fundamental radica en la modulación y en la resolución de la inflamación celular, en cualquier proceso inflamatorio, tanto agudo como crónico. sabemos que la inflamación “no resuelta” genera un proceso denominado “inflamación crónica de bajo grado” o “inflamación silenciosa”, que está detrás de todas las enfermedades  crónicas.

Sus fuentes alimentarias son sobre todo los pescados grasos, a ser posible salvajes y de pesca sostenible. se aconsejan pequeños, por su menor carga de metales pesados (mercurio..) y otros tóxicos, como sardina, boquerón, caballa, arenque, incluso salmón… hay que tener especial cuidado con las embarazadas. aunque se aconseja comer pescado 3-4 veces por semana, el aporte de dha es insuficiente y es conveniente suplementarlo.

El DHA está indicado en 3 situaciones especiales (debido a su especificidad y elevada presencia en estos tejidos):

Embarazo, lactancia y prematuros (por su relevancia en el desarrollo del cerebro y de la retina).

Cualquier patología del sistema nervioso.

Patologías oftalmológicas.

Además tiene otras indicaciones importantes:

– Salud cardiovascular.

-Enfermedades metabólicas: diabetes tipo 2, síndrome metabólico, hígado graso, dislipemias…

– Fertilidad: tanto en varones como en hembras.

– Oncología.

– Enfermedades que cursan con inflamación:

-Piel.

-Artropatías.

-Intestinales.

-Pulmonares.

-Odontológicas.

-Autoinmunes.

En cuanto a la dosis, insisto en “personalizar” siempre. depende de las necesidades y de la situación de la persona, si se trata de prevenir o de tratar una patología, la edad, el peso, niño prematuro de bajo peso, lactancia artificial, consumo de anticoagulantes, enfermedades neurodegenerativas, oftalmológicas, cáncer…

En un adulto, si damos DHA “puro” y sin asociar a otros nutracéuticos, aconsejamos 1gr., pero podemos llegar a 4 gr.,o incluso más. siempre individualizando y bajo control médico.

Se aconseja asociarlo a la co-q10 por su condición ubiquitaria y porque sus acciones complementarias ejercen un efecto sinérgico, es decir se potencian. por una parte el co-q10 produce energía (95%) en la célula y ejerce una acción antioxidante, y el dha permite que la membrana celular sea más fluida y flexible y tiene un efecto importantísimo sobre la modulación y la resolución de la inflamación, generada por el propio metabolismocelular.

Sólo existen 2 situaciones en las que tienen distintas indicaciones: que son el embarazo y la lactancia, donde el DHA está ampliamente indicado. y respecto al co-q10 no existen estudios que avalen su indicación.

En cambio ambos son fundamentales para “potenciar” y “preservar” la salud, que es el objetivo de las medidas antiaging, o mejor dicho del envejecimiento saludable, que consiste en años libres de enfermedad.

Para terminar:

Es recomendable suplementar estas 2 sustancias, porque con la edad sabemos que disminuye la síntesis endógena de coenzima q10, y en cambio necesitamos más aporte de energía y más

aporte de antioxidantes. al mismo tiempo aumentan las enfermedades crónicas, que generan inflamación y precisamos más DHA para que contribuya a su resolución.

Pero esto no es suficiente si no se acompaña de practicar o recuperar hábitos de vida saludables, como son:

Dieta equilibrada (medierránea): evitar harinas refinadas y azúcares, grasas saturadas y grasas trans,  aporte suficiente de fibra, comer pescado azul,legumbres, frutas y hortalizas, aove…

Practicar ejercicio con regularidad (fuerza y cardio).

Mantener un buen ritmo intestinal.

Beber agua: 1,5-2l. al día (mejor fuera de las comidas).

Control del estrés.

Sueño “reparador”.

Evitar tóxicos (tabaco, alcohol, fármacos…).

Puedes ver el vídeo de la entrevista en nuestro canal de You Tube :  https://www.youtube.com/channel/UCj9jR9ZqWSqLLjSnxZm8sMQ

Autora: Dra. Teresa Comes / Salud Integrativa

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