El dolor (3ª Parte), enfoque desde la consulta de Psicología Integrativa

Elena Guerrero, psicóloga integrativa nos adentra y describe el mundo del dolor en sus dos vertientes;  el dolor físico y el emocional, su larga trayectoria y experiencia profesional es sinónimo de calidad de vida para sus pacientes y de gran interés y ayuda para todos nosotros en esta entrevista.

¿Elena qué nos puedes decir en relación al dolor?
El dolor ha sido definido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) como “Una experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada con un daño real o potencial de los tejidos”. Actualmente es uno de los motivos más frecuentes en atención primaria, ya que esta sensación tan molesta que a todos/as nos ha invadido en algún momento de nuestra vida, está interfiriendo seriamente en la vida descanso de muchas personas.
¿Dices que la gente consulta al médico, pero, deberíamos consultar también al psicólogo/a?
Si, cada vez hay más gente que viene a la consulta buscando combatir, afrontar y resolver esta problemática, no sólo con tratamiento farmacológico. En este sentido me gustaría resal aspectos claves que todo el mundo debería conocer en relación al dolor:

En primer lugar, desmontar la creencia generalizada de que hay un dolor físico y un dolor psicológico como dos entidades separadas. Todo el dolor se manifiesta en ambos nivel posible dividirlo.

En segundo lugar, convendría diferenciar entre el dolor agudo, generalmente relacionado con una lesión física y que suele remitir tras la desaparición de la lesión, y el dolor crónico, en el que el dolor y las consecuencias del dolor acaban convirtiendo en un problema en sí mismo. Es importante darnos cuenta que hasta ahora la manera de entender el cuerpo ha sido de una forma fraccionada, siguiendo la filosofía Cartesiana, donde cuerpo y mente se entendían como dos partes diferentes. La ciencia se  encargaba del estudio del cuerpo y la religión del alma.

Se concebía al cuerpo como una máquina totalmente separada de la mente y las emociones. Evidentemente no es así. Partimos de que existe una unidad psicosomática emociones y viceversa. Lo podemos ver en la depresión. Esta dolencia tiende a aumentar la aparición de dolores de cabeza, dolores musculares, trastornos digestivos e incluso empeora la condición de los pacientes con dolor crónico. Asimismo, la investigación neurobiológica muestra que gran parte del dolor físico está relacionado con el estrés emocional. Esta correlación entre el dolor emocional y el dolor físico, lo llamamos “ so matizacion» nos demuestra la unión entre la mente y el cuerpo.

Entonces, ¿en la atención primaria, los factores psicológicos y emocionales deberían ser considerados en el diagnóstico?

Entonces, ¿en la atención primaria, los factores psicológicos y emocionales deberían ser considerados en el diagnóstico? Por supuesto, porqué quizás, por ejemplo, el dolor de estómago no sea causado por una úlcera sino por un trastorno de ansiedad. La tristeza, la ira, la envidia, son las emociones que más impacto tienen en el cuerpo. Muchos son los autores que, desde hace más de un siglo, nos hablan de esta relación entre cuerpo y mente.

Alice Miller, por ejemplo, en «El cuerpo nunca miente», hace un repaso por la biografía de personajes conocidos, analizando los daños que recibieron en sus infancias y cómo sus cuerpos lo reflejaron años después con distintas enfermedades. No hemos sido educados para relacionarnos con nuestras emociones, resolverlas y encauzarlas, por lo que las callamos y las escondemos en lo más profundo de nuestro yo. Sin embargo, por más que camuflemos y acallemos nuestras emociones, para que estas sanen, necesitan ser expresadas. Si no lo hacemos por la vía adecuada, a través de la palabra y la expresión corporal, estas buscarán y encontrarán otra manera de expresión, a través del cuerpo.

¿Entrarían aquí los malestares a los que no se les puede encontrar una causa tras un examen médico?

Si, es lo que conocemos como psico-somatización del dolor, el cual tiene su origen en un estado emocional, reflejado en síntomas físicos o en enfermedad. Estas somatizaciones, nos indican que algo en nuestra vida emocional no está bien. Hay conflictos que tardan años en solucionarse o no se solucionan nunca. Y son devastadores. ¿Cuántos hermanos llevan años sin hablarse por no resolver los celos o las envidias. Cuantas veces rompemos amistades o parejas por nuestra intolerancia, prepotencia, o malas interpretaciones, y seguimos odiando por años y años, sin darnos cuenta de los efectos que esto tiene en nuestra salud?

¿Cómo la expresa la persona su dolor emocional?

Algunos comentarios habituales en los conflictos son: “la vida me pesa”, “me siento morir”, “siento dolor, pero, no me duele nada en el cuerpo, y no me encuentro bien”. Esto es dolor emocional. Es algo que siento pero es invisible. Ante este dolor invisible creamos maniobras o estrategias para solucionarlo. Muchas veces tenemos éxito, lo hemos solucionado. Pero en otras ocasiones mantenemos en  silencio el dolor creyendo que pasará, que el tiempo lo

solucionará, quizás por ignorancia, por miedo, por sensación de inferioridad, por vergüenza, porque hablar de emociones es de blandos o de no estar bien de la cabeza, o simplemente porque no se ponerle palabras. Lo no resuelto sigue vivo en nuestro cuerpo, el cuerpo sigue manteniendo el recuerdo   de esa herida emocional, la cual más tarde dará la cara convirtiéndose en una herida física, que nos llevará a la búsqueda de solución. El problema se agrava cuando en dicha búsqueda nos encontramos con frases como “esto no es curable”, “es crónico”, “hagas lo que hagas no lo cambiaras”, “no encontraras la solución”, “¿cuándo tiraras la toalla?”. Estos comentarios producen desesperación, desamparado, impotencia, son metaemociónes que inhiben el movimiento, dejando al paciente sin recursos, cuando nuestra finalidad es dar y buscar recursos.

Qué efectos tienen estos comentarios derrotistas en las personas?

La soledad, la incomprensión, la desesperación se convierten en los peores enemigos. Y, como el cerebro no distingue entre una amenaza física o emocional, La soledad, la desesperación, la impotencia, y como consecuencia de ellas la rabia, la angustia, el insomnio, son amenazas que ponen a los sistemas en estado de alerta. El sistema nervioso, el sistema límbico, el sistema inmune comienzan a trabajar para resolver la amenaza y ponen en activo las citoquinas proinflamatorias. Si la amenaza no se resuelve entramos en una rueda donde los sistemas no paran de trabajar buscando la solución. Por lo tanto llegamos al agotamiento y a una inflamación de bajo grado. Por este motivo una intervención fundamental es la escucha, la comprensión del relato de la persona afectada y poner los recursos necesarios regulando los sistemas para llegar a una solución. Todo es imposible hasta que es posible.

¿Qué diferencia hay entre el dolor agudo y el crónico?

Cuando el dolor es agudo, es temporal y seguramente podemos soportarlo mejor, porque sabemos que tiene un final. Pero si es intenso y/o duradero, es decir, crónico, nos inunda de tal manera que nos sentimos secuestrados por él y nuestra mente solo se enfoca en cómo solucionarlo. Y aquí será importante la capacidad de resilencia y de contención que tenga cada persona. En el dolor crónico la intervención es necesariamente médica y psicológica. Pero es

también un potenciador de trastornos como, estrés persistente, ansiedad, depresión, la adicción a drogas, déficit de memoria, incluso suicidio. Las creencias pueden tener un fuerte impacto sobre las respuestas afectivas y comportamentales ante la experiencia de dolor. Algunas creencias sobre el dolor: el dolor es una señal de enfermedad grave la actividad debe ser evitada cuando se sufre dolor el dolor conduce a la incapacidad el dolor no se puede controlar el dolor es una condición permanente

¿De qué emociones va acompañado el dolor crónico?

La ansiedad y la depresión son las emociones que comúnmente se estudian o abordan cuando se trata a pacientes crónicos; sin embargo, la ira también ha sido reconocida como una importante emoción en este campo. Algunos autores han sugerido que incluso la inhibición del afecto negativo puede estar implicada en la etiología del dolor crónico. Entre 45 y 60% de los pacientes crónicos reciben diagnósticos de ansiedad y depresión como padecimientos

asociados. La emoción  es un factor modulador que amplifica o inhibe la severidad  de la experiencia, La ansiedad influye no solo en el aumento del dolor sino también en las complicaciones que surgen después de una cirugía y aumentan el tiempo de hospitalización. Los niveles de depresión se encuentran íntimamente ligados al dolor crónico, los pacientes que se sienten desesperanzados pueden mostrar poca iniciativa y motivación para llevar a buen término su tratamiento y probablemente su hastió y desconfianza al éxito del tratamiento provocara su abandono.

Qué características tiene dolor físico y emocional?

Como he dicho anteriormente el dolor emocional no es visible, nadie lo ve, solo lo siente la persona que lo padece. Muchas personas me comentan en consulta, “Hubiera preferido romperme una pierna, porque sería más fácil que me comprendieran y poder gritar de dolor, de esta manera nadie me entiende, y me dicen, “pues yo te veo muy

bien”. Aunque la procesión vaya por dentro. Habitualmente el dolor no aparece de manera repentina, sino que los síntomas van apareciendo de manera gradual. Ante un impacto emocional, por ejemplo un robo donde se ha invadido tu privacidad y se han llevado parte de tu historia, la reacción emocional es inmediata, sentimos la rabia, la tristeza, la impotencia. Al tiempo todos nuestros sistemas se alteran. Pero, la somatización o el dolor físico necesita

más tiempo para manifestarse, por lo tanto es frecuente que no relacionamos el hecho con el dolor físico. Los síntomas físicos más frecuentes pueden ser: dolores de cabeza, migrañas, dolor en todo el cuerpo, fibromialgia, problemas digestivos, alteraciones del sueño, insomnio, asma, brotes de angustia, dolores de espalda, de cuello, dolores del trigémino, etc.

¿Qué papel juega el carácter a la hora de gestionar el dolor?

El carácter se forma según las vivencias y experiencias que tenemos en la vida. Por lo tanto cada carácter, ante la misma situación reaccionamos de manera diferente, • Las personas con rasgos histéricos, tienen un

carácter extrovertido  y dramático y tienden a mostrar cierta inmadurez emocional, por lo tanto magnifican los síntomas y exageran sus gestos y conductas. “cuantas conversaciones se basan en enfermedades”. Hasta llegar a erotizar el sufrimiento.

Personas con rasgos hipocondríacos tienden a una atención excesiva por el funcionamiento del propio cuerpo. Perciben alertas ante la más mínima señal disfuncional. Son las típicas personas que buscan en internet y confirman sus síntomas.

Personas con rasgos obsesivos, se centran en los síntomas, rumiando, con preocupaciones obsesivas. Convirtiéndose el dolor en el centro de su vida y de sus conversaciones. Se encierran en sus pensamientos. Y es frecuente crear rituales para disminuir la ansiedad por el dolor.

¿Qué se puede hacer para ayudar al paciente en su proceso de dolor desde una consulta de psicología integrativa?

Primero es interesante conocer las etapas o las fases por las que el paciente tiene que pasar.

Inicialmente una fase con síntomas de ansiedad, caracterizada por la búsqueda de soluciones constantes.

Posteriormente se produce una fase con síntomas depresivos, cuando se hace evidente la imposibilidad de solucionar el problema.

Y por último, una fase de aceptación, en la que estos síntomas disminuyen y el paciente encuentra la mejor forma de vivir. Hay que ponerse en el lugar del paciente que sufre dolor diariamente. Es fácil imaginar lo cansado/a que se encuentran en esta situación, el miedo que provoca, la angustia por el deseo de que pase ya, o la rabia por no conseguirlo. El primer movimiento sería: Intentar que el paciente ponga su pensamiento en otro objetivo que no sea dar vueltas al dolor y que este no se convierta en el centro de su vida. Es importante crear nuevas ilusiones, pero difícil, porque el paciente no se lo cree. El segundo movimiento sería: Disminuir la tensión física que produce el dolor, o la ansiedad. Con trabajos psico-corporales que producen endorfinas y encefálicas que regulan el dolor. Activar el cuerpo, ponerlo en movimiento El tercer movimiento: Descargar, disolver y regular la tensión emocional, expresando y re-colocando las emociones que provocan dolor. Cerrando de esta manera la herida psicoemocional. Cómo podemos ver el dolor es una “experiencia compleja ”que incluye aspectos físicos, emocionales y sociales, por lo tanto, debe ser tratado de una manera integral.

   Autor:  Elena Guerrero – Redacción Salud Integrativa

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El dolor (2ª Parte) , calidad de vida desde la consulta de Osteopatía

Abordaje Oateópatico del dolor con Manuel Peinado, Dr. en Ostepatía y Fisioterapia

Hablemos de la fisiología del dolor Manuel, ¿Qué función tiene el dolor?
En los tratados de fisiología se describe al dolor como la señal de que algo no está funcionando bien. Es la señal de que en el organismo está pasando algo de lo que ese dolor nos avisa por tanto, el dolor es algo necesario. Es más, hay patologías donde se produce una ausencia total de dolor, y eso supone un problema serio para la salud, pues podemos no ser conscientes, por ejemplo de estar quemándonos.

El dolor se origina en cualquier estructura del cuerpo que está sufriendo un daño, por medio de unos receptores sensibles específicos. Esa información se transmite por medio de los nervios hacia la médula espinal y hacia el cerebro, donde esa consciente. Pero debemos saber que no todos los estímulos dolorosos se hacen conscientes,
hay en el cerebro algunas estructuras, sobre todo el tálamo, que ejercen el papel de “filtro” de esa información, y que deciden si se Y también es interesante saber que la percepción de dolor, y su interpretación, tiene diferencias totalmente individuales.
¿Hay distintos tipos de dolor?
Sí, claro. Por la evolución podemos distinguir entre un dolor agudo ó crónico. La transmisión del dolor depende de tipos de fibras nerviosas distintas. Por ejemplo, un martillazo en un dedo, aparece primero un dolor intenso que nos hace retirar la mano. Este está transmitido por fibras nerviosas rápidas. Pasados unos instantes aparece un dolor más amargo, más duradero. Este está transmitido por fibras nerviosas lentas, pero que perduran en el tiempo.
También podemos distinguir entre el dolor que manifiestan distintas estructuras:
articulaciones, músculos, ligamentos, nervios, etc. En estos no sólo es diferente la característica del dolor, a menudo también la intensidad. Es importante recordar que hay partes del cuerpo que manifiestan el dolor en zonas distintas
dónde se encuentran, como por ejemplo los órganos internos. Éstos dan lo que denominamos “dolor referido”.

¿Qué tipo de dolor acude mayoritariamente a una consulta de osteopatía?
Lo más habitual es que los pacientes vengan con dolor subagudo o de largo recorrido (crónico), aunque algunas personas acuden con dolor agudo por golpes, caídas, lesiones.
El estrés también está detrás de muchos dolores, pues detrás de él hay una alteración del sistema nervioso y el sistema endocrino que tienen como consecuencia proceso de “inflamación de bajo grado”, que produce dolor crónico o de largo recorrido, difuso, en distintas partes del cuerpo.
Muchas veces nos encontramos con personas que manifiestan dolor en distintas partes del sistema  musculoesquelético, y sin embargo el origen es en un órgano interno, visceral, dando en ese caso un dolor referido al dorso o una extremidad. Sin necesidad de patología en ese órgano, un problema funcional puede manifestarse con dolor al aparato locomotor.
Algunos pacientes nos consultan por dolores derivados de una hernia discal o similar, que le  produce una ciática, si es en la pierna, o una neuralgia en el brazo, también tenemos muchas consultas por todo tipo de dolor de cabeza: jaqueca, migraña, neuralgia del trigémino, etc.

¿Cómo abordamos el dolor en Osteopatía?
Aquí es importante que recordemos algunos conceptos generales importantes del abordaje osteopático.
El primero es la integridad del cuerpo. Todas las partes del cuerpo están conectadas entre sí, y el correcto funcionamiento depende de una sinergia entre todas las partes, de tal manera que si hay un problema en una de ellas puede afectar a las demás de una u otra manera. De esta forma introducimos el concepto de “interdependencia regional”.
También recordar el concepto de adaptación/desadaptación. En la mayoría de ocasiones, ante una disfunción en alguna parte del cuerpo se produce un proceso que denominamos de “adaptación” de tal manera que otras partes corrigen el problema y evitan que se produzca daño en el cuerpo, evitan el dolor. Si no se puede producir esta adaptación, por la causa que sea, entonces se produce el daño con la consiguiente aparición de dolor.
Otro aspecto importante a tener presente en el abordaje osteopático es el aspecto bio social. Son parámetros importantes a tener en cuenta cuando abordamos a un paciente, y encuadrarle en el contexto adecuado, no sólo teniendo en cuenta su parte física, sino su contexto emocional y social. De esa manera realizamos un encuadre del dolor de la dentro de la realidad en la que se encuentra.
A pesar de la creencia popular, el tratamiento osteopático no pretende “modificar una posición” o “recolocar” algo. Lo que hacemos es generar reflejos que actúan sobre el dolor, y sobre lo que denominamos “sensibilización central y periférica”. Así, actuamos sobre receptores sensitivos, sobre el huso neuromuscular, lo cual actúa en la plasticidad neuronal del cerebro. Entonces obtenemos cambios a nivel neuroendocrino y neurovegetativo, liberación
de endorfinas y otras sustancias que actúan sobre el dolor, pero también sobre otras cosas importantes como el sueño, la memoria o la reparación de los tejidos. Se sabe que ciertas técnicas que empleamos tienen un evidente efecto antiinflamatorio.
¿Qué porcentaje de éxito tenemos en una consulta de osteopatía en relación al dolor?
Yo te diría que entre un 80 y un 90% de los problemas que vienen a la consulta se solucionan total o parcialmente.
Ahora bien, hay que tener en cuenta las circunstancias individuales. De nuevo volvemos al marco bio-psico-social, hay muchos factores que van a condicionar la evolución del paciente. Podemos decir que dos personas que tienen el mismo dolor no van a evolucionar igual, dado que sus contextos son diferentes.
Cuando iniciamos el proceso de tratamiento de una persona debemos tener en cuenta su edad, su profesión, si realiza o no actividad física y otros condicionantes. Después las patologías asociadas: artrosis, problemas reumáticos, lesiones antiguas, cirugías, etc. Y entonces, después de tener en cuenta todas las circunstancias personales, enmarcarlo en su contexto social y emocional.

A partir de ahí podemos, siendo siempre muy realistas, tener una perspectiva que habitualmente es positiva o muy positiva. Y en ese planteamiento debemos dirigirnos hacia una solución total del problema, o simplemente a un resultado parcial, que muchas veces también puede resultar satisfactorio.

   Autor:  Dr. Manuel Peinado – Redacción Salud Integrativa

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El dolor (1ª Parte) , Que es?, sus funciones, como tratarlo, su abordaje.

En la entrevista de hoy hablamos con el Dr. Rafael Torres sobre el dolor, experiencia, horas de consulta, vocación y oficio no le faltan, nadie mejor que él para hablarnos del abordaje y tratamiento desde la consulta de medicina integrativa de esta patología.

Dr. Torres, ¿qué es el dolor?

Según la OMS, es la causa más frecuente de consulta médica. La Asociación Internacional para el estudio del Dolor definió el dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión del tejido real o potencial”.

Podemos tener un dolor agudo, que es una respuesta normal del organismo ante una agresión física, química o traumática, que persiste mientras dure el proceso; y el crónico, es el que dura más de treses meses, incluso años, y es el que más nos vamos a ocupar en esta entrevista.

¿Por qué se origina el dolor?

El dolor resulta de la activación de los nociceptores periféricos (proceso neuronal mediante el cual se codifican y procesan los estímulos dañinos)ayudados por la liberación de neurotransmisores, y por la disminución del umbral de respuesta de las fibras nociceptivas, cuando existe una lesión de los tejidos, estos receptores “silentes” son reclutados, respondiendo posteriormente a una serie de estímulos.

No tenemos una medición objetiva del dolor, es subjetivo de cada uno de nosotros. El método más conocido es la escala EVA, que es una escala visual analógica para el dolor, una línea recta en la que un extremo significa ausencia de dolor y el otro extremo significa el peor dolor que se pueda imaginar.

 ¿Qué funciones tiene el dolor?

El dolor es el síntoma fundamental de inflamación o problema en una zona, y su aparición alerta de la presencia de un problema o enfermedad.

El dolor, aunque generalmente es bastante incómodo, brinda al cuerpo un mecanismo protector y nos alerta acerca de daños potenciales o reales a los tejidos corporales. Aquí el sistema nervioso periférico envía un mensaje de dolor al cerebro en el que se indica, por ejemplo, que hay una picadura de abeja en la nariz.

Es decir, el estímulo doloroso se transmite a la médula espinal. Las vías ascendentes transmiten el estímulo doloroso a la corteza cerebral, al tálamo y a otras regiones del cerebro. Las vías descendentes transmiten la modulación del dolor a la periferia.

Deberemos de contemplar la parte emocional del dolor. El dolor emocional está muy unido con nuestro cuerpo, y cuando sufrimos emocionalmente nuestra salud se puede alterar provocando lo que se denominan trastornos somáticos. Las emociones de afectos negativos producen una activación en el cuerpo que no sólo pueden producir una sensación de malestar, también dolor.

 ¿Afecta a muchas personas el dolor?

Es tan importante que incluso hay un Día Mundial Contra el Dolor que es el 17 de octubre.

En España, 1 de cada 6 personas padece dolor y en Europa, mayor, 1 de cada 5 personas. Hay un predominio en la mujer sobre el hombre y también a partir de los 50 años.

Las consultas por dolor suponen casi el 50% de las visitas a Atención Primaria y de ellas, un 25% de las consultas por dolor, son debidas al dolor neuropático, que es una afección neurológica que aparece como consecuencia de alteraciones del sistema nervioso, es uno de los peores dolores por la dificultad del tratamiento, su enorme complejidad y por la forma tan intensa en la que lo experimentan los pacientes.

¿Cuáles son los principales problemas a tratar?

En mi experiencia he tratado:

– Dolores Articulares, como el hombro doloroso, las tendinitis y la epicondilitis o codo de tenista.

– Artrosis, tanto a nivel cervical, dorsal y lumbar, de cadera, de rodilla a otros niveles incluso las generalizadas.

– Complicaciones Neurológicas, como ciáticas, neuralgias intercostales…

– Reumatismos inflamatorios.

– Cefaleas, migrañas.

– Enfermedades neurológicas, como síndromes canaliculares, neuropatías periféricas, neuralgia del trigémino.

A nivel general, en España, las patologías más prevalentes que cursan con dolor crónico son las siguientes:

-Dolor lumbar

-Dolor neuropático

-Dolor músculo esquelético

-Artrosis

Lo prioritario es realizar un buen diagnóstico, saber lo que pasa, ya que el dolor, sobre todo el agudo, es un signo de alarma, y puede estar enmascarando una enfermedad grave, como un cáncer y retrasar el tratamiento adecuado comprometiendo su posible curación.

¿La acupuntura es una técnica que funciona bien en el tratamiento del dolor?

Según la OMS hoy en día la acupuntura es utilizada para tratar más de 300 enfermedades, en 1979 la OMS reconoció su eficacia y reconoció que la acupuntura podía funcionar con gran éxito.

Entre los dolores que más resultado tiene la acupuntura, tenemos los dolores en los dientes, dolores de cabeza como las migrañas, neuralgia del trigémino, dolores de parto, neuralgias, cervicalgias, dorsalgias, lumbalgias, coxalgia, osteoartritis, dolor articular, dolor ligamentoso y fibromialgia.

Diversos estudios avalan el aumento en sangre de endorfinas al aplicar acupuntura que hace que disminuya el dolor o desaparezca, igual que la morfina.

¿Qué otros tratamientos específicos podemos utilizar para el tratamiento del dolor, desde la Medicina Integrativa?

Tenemos afortunadamente varios tipos tratamientos:

La Terapia Neural consiste en el tratamiento sobre el Sistema Nervioso Vegetativo (SNV). La  finalidad de la Terapia Neural (TN) es facilitar los mecanismos de auto curación del organismo enfermo para que él busque su propio orden mediante estímulos en puntos específicos del sistema nervioso. Descubierta por el Dr. Huneke hace 75 años.

Ozono: Qué respetando sus contraindicaciones como el hipertiroidismo, o discrasias

Consiste en administrar una mezcla de ozono y oxigeno con fines medicinales y con buenos resultados tanto en las hernias discales, como en el dolor crónico, mejorando tanto la circulación sanguínea de los tejidos afectados lo que supone un aumento del transporte de oxígeno.

C.P: (factores de crecimientos plaquetario) son proteínas producidas naturalmente por varias células y donde se hallan en mayor concentración dentro de los gránulos alfa en las plaquetas. Tienen por función lograr la reparación de un tejido y recuperar su función, estimulando las propias células del paciente.

 ¿Qué ventajas tienen estas técnicas en el tratamiento del dolor?

La gran VENTAJA de estas técnicas es que respetan el principio Hipocrático “Primumnom Nocere” que significa “sobre todo no hacer más daño”, un tanto en desacuerdo con la potencia de la farmacología moderna.

Deberemos de personalizar la estrategia de los diferentes tipos de tratamientos, incluso la combinación de los mismos, para conseguir un resultado lo más eficiente posible.

¿Hay complementos que nos puedan ayudar en el tratamiento del dolor crónico?

– Sí, tenemos:

Vitamina D, que además de otros beneficios como la prevención de la hipertensión arterial, enfermedades autoinmunes… investigaciones recientes también apuntan a una relación entre la insuficiencia de Vitamina D con dolores crónicos.

Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga Omega-3, son los antiinflamatorios del futuro con gran capacidad analgésica y neuroinmunológica.

– El magnesio, oligoelemento que apoya más de 300 procesos bioquímicos nos ayudan en prevenir y tratar varios problemas como las contracturas musculares y calambres involuntarios.

– El colágeno hidrolizado ayuda a reducir el dolor y mejora la movilidad en patologías articulares.

– El jengibre, ayuda al alivio de dolores entre otros beneficios como problemas del tracto gastrointestinal.

– Vitamina B y C, que nos ayudan en el proceso de recuperación muscular y contribuyen a la reducción del dolor muscular.

Cúrcuma, con sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a nuestras articulaciones y a nuestros músculos, favoreciendo nuestro rendimiento deportivo.

Sauce, que actúa como un antiinflamatorio natural.

 Una pregunta clásica en este programa de Salud Integrativa: ¿La alimentación puede ayudar en el tratamiento del dolor?

La dieta tiene el potencial de ayudar en el alivio del dolor crónico, a través de la reducción de alimentos proinflamatorios e incrementando la ingesta de frutas verduras y ácidos grasos insaturados como el omega-3. La dieta mediterránea es un buen ejemplo de dieta asociada a niveles más bajos de inflamación.

Como recomendaciones básicas:

-No más de una porción de carne roja o procesada a la semana. En el caso de carne blanca, siempre y cuando sea ecológica, podríamos tomar dos raciones semanales.

-Dos raciones semanales de huevo y queso fresco.

-Consumo de carbono hidrato de bajo índice glucémico como los alimentos integrales, ricos en fibra y sin azúcares añadidos. Evitando cualquier tipo de bollería industrial.

-Cinco piezas diarias de fruta y verdura.

-Pescados y legumbres cuatro veces por semana, los pescados, a ser posible, como el salmón y la sardina. Y los frutos secos como las nueces.

No podemos olvidar otros consejos de salud:

-Mantener el peso adecuado

-Realizar ejercicio adecuado a la edad

-Practicar técnicas de relajación

-Tener un sueño reparador

-Darle sentido a tu vida, conseguir tu Ikigai

 

   Autor:  Dr. Rafael Torres- – Redacción Salud Integrativa

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Consecuencias Psicoemocionales del Covid con Elena Guerrero, Psicóloga Integrativa

Se acaba la 6ª ola y parece que se marcha el covid como pandemia, esperemos que sea así y que esta última variante de paso a una situación más controlable sin estados de alarma ni medidas sociales restrictivas que alteran las libertades sociales y por tanto emocionales de cada individuo.  Desde aquel «son casos aislados» hasta hoy hemos sufrido cada cual a su manera, de ello hablamos con Elena Guerrero, Psicóloga Integrativa.

¿Elena, qué consecuencias psicoemocionales estamos viviendo con el covid-19?

Nunca en nuestra generación se ha vivido una situación de alarma y estrés como ha sido la pandemia y el confinamiento.

La pandemia se ha vivido por algunas personas como un estado de estrés y por otras como un desastre o un trauma, pero también como nuevas posibilidades de reinventarse.

La diferencia en la forma de afrontarlo depende en parte, de la estabilidad y seguridad de cada persona. Es decir, del colchón económico, de su solidez a nivel psíquico, afectivo y relacional.

Muchos   autónomos se han enfrentado al cierre de sus negocios o al descenso sustancial de sus ingresos, a la ruina y a la catástrofe económica. Muchos adolescentes lo han vivido como un robo de su libertad, los jóvenes con la sensación de que no hay futuro y muchos se han puesto rápidamente las pilas para buscar nuevos caminos. Los adultos con angustia y desolación, Las personas mayores lo han vivido con indefensión aumentado este sentimiento en soledad.

En general se ha vivido con mucho miedo/pánico a estar contagiado, al sufrimiento que suponía la enfermedad, y la muerte, con rabia, incertidumbre, indignación, resignación y con la sensación de no poder controlar o dirigir la propia vida. Qué va a pasar?, que vamos a hacer?, cómo vamos a salir de aquí?, “es como si viviéramos una película de ciencia ficción” han sido algunas de las preguntas ante la incertidumbre.

¿Qué ocurre cuando nos encontramos ante una situación continuada de estrés?

Cuando nos encontramos ante una situación de trauma o de estrés continuado nuestro sistema nervioso autónomo  simpático se pone en funcionamiento y comenzamos a producir una hormona que se llama cortisol. En pequeñas dosis esta hormona puede ser positiva, porque nos ayuda a evitar un peligro o a cumplir con nuestros propósitos. Pero en dosis masivas, como ocurre en el estrés, nos volvemos irritables, de mal humor, intransigentes, angustiados y olvidadizos.

Habitualmente producimos esta hormona durante el día para tener motivación, estar despiertos, relacionarnos. A medida que cae la noche esta hormona reduce su producción y comienza la producción de melatonina, otra hormona, que nos ayuda a relajarnos y descansar. Por lo tanto, necesitamos que estas dos hormonas se alternen, una durante el día, el cortisol, y la melatonina durante la noche. Si mantenemos este equilibrio conseguiremos estar despiertos durante el día y dormir durante la noche. En situaciones de estrés este equilibrio se rompe, produciendo una de las grandes alteraciones de esta pandemia, el insomnio y el cansancio durante el día.

¿Cómo han sido las primeras reacciones ante la pandemia y el confinamiento?

Cuando nos encontramos en situación de alarma el ser humano suele tener varias reacciones.

La primera de estas reacciones es la lucha o huida, reacción fisiológica automática desencadenada por la liberación de hormonas que preparan el cuerpo para afrontar la situación amenazante o para escapar de ella. Así, el miedo cuando se desencadenó la pandemia nos llevó a correr y a prepararnos. No sabíamos si estábamos en estado de guerra contra el virus, o era una situación pasajera, pero por si acaso, llenamos la nevera de víveres. Nos sobresaturamos de información. Organizamos nuestros horarios para estar ocupados con rutinas nuevas, aumentamos el ejercicio, controlamos la dieta con la finalidad de mantenernos sólidos/as.

En cuanto a la reacción de huida ¿salir corriendo?, en este caso no era posible, teníamos que quedarnos en casa, protegidos, de modo que muchas personas recurrieron al mecanismo de defensa de la negación. “Esto no puede estar ocurriendo”, “es una broma de los estados, de los poderosos”, “nos engañan” “todo es una mentira”. En esta reacción es muy probable desarrollar la desconfianza.

Otra reacción que aparece en periodos de gran estrés ante la alarma es el bloqueo. Cuando el estrés es altísimo, nos quedamos congelados, y a la larga disociados. “No quiero saber nada de lo que está pasando”. Vivo como si no pasara nada.

La situación de incertidumbre nos l levó afortunadamente, gracias a la sensibilización social, a cooperar, contribuir y proporcionar apoyos. El colegio de psicólogos puso en marcha un teléfono gratuito de ayuda psicológica, también surgieron varias plataformas gratuitas para orientar, acompañar. Mantenernos en relación, colaborar, es una de las mejores maneras para sobrevivir en tiempos de incertidumbre, ya que cuando nos sentimos vinculados/as, queridos/as, cuando recibimos palabras de aliento, producimos otra hormona, la oxitocina, la cual disminuye la actividad del sistema nervioso simpático, induciendo bienestar, relajación, confianza y una óptima homeostasis del organismo.

Las personas necesitamos relacionarnos, comunicarnos con los / as demás , y  este acontecimiento nos obligaba al aislamiento.

La especie humana no evoluciono porque fuera la más fuerte, ni siquiera la mas inteligente, sino porque nos podemos ayudar. Podemos colaborar y construir juntos. No sobrevivimos siendo individualistas sino siendo sociales.

¿Qué emociones ha desencadenado principalmente la pandemia?

Las consecuencias del estrés continuado que supuso la pandemia y por lo tanto de una continua activación de las hormonas del estrés (adrenalina, noradrenalina y cortisol), fueron la angustia, el miedo, la tristeza, la rabia, la irritación, el insomnio, desorientación, pánico a la muerte, pensamiento obsesivos y paranoides, hipocondría, abuso de alimentos, alcohol, etc.

Estas emociones nos invadieron sin estar preparados, y todos los fantasmas que estaban escondidos debajo de la alfombra y que manteníamos a raya con el trabajo, el movimiento, la actividades varias, en definitiva sin tener            tiempo para nosotros, comenzaron a presentarse.

Se nos presentaron sin avisar y nos hizo conscientes de la fragilidad y sensibilidad humana, y el olvido en el que habíamos tenido la salud emocional y mental.

Pero, ¿quienes han sido los más afectados?

Primero las personas que han padecido la enfermedad sobre todo en la primera ola, absolutamente desorientados, desubicados, en soledad. Teniendo fe en el personal sanitario, el cual tenía que luchar no solo contra una infección desconocida, si no que también tenían que contener la explosión emocional de los pacientes y la suya propia.

Los autónomos que perdieron su trabajo o una parte importante de ingresos.

Los jóvenes y adolescentes que el virus les robo tiempo, relaciones, diversión.

Las personas mayores que ya tienen deficiencias sensoriales, enfermedades crónicas, algunos deterioro cognitivo, y que con su mayor dependencia, son especialmente vulnerables, si añadimos, la pérdida de familiares, de amigos, la distancia y la soledad. Se encontraron con una bomba de relojería emocional.

Recordar que en España unos 5 millones de personas viven solas y unas 850.000 superan los 80 años.

Las personas que han perdido de forma inesperada a sus familiares, y que no han podido prepararse ni poder realizar los rituales funerarios de despedida, quedándose muchas de ellas en un estado de conmoción y trauma.

La pérdida de un ser querido produce un gran impacto, a nivel emocional, mental y físico, procesarla supone transitar cada uno como puede, por un proceso de duelo caracterizado por una serie de etapas.

¿Podrías hablarnos de las etapas del duelo?

-Etapa de negación.

Esa negación puede inicialmente amortiguar el golpe de la muerte de un ser querido y aplazar parte del dolor, pero esta etapa no puede ser indefinida porque en algún momento chocará con la realidad.

-Etapa de ira.

En esta fase son característicos los sentimientos de rabia y resentimiento, así como la búsqueda de responsables o culpables. La ira aparece ante la frustración de que la muerte es irreversible, de que no hay solución posible, y la rabia se proyecta hacia el entorno, incluidas otras personas allegadas.

-Etapa de la negociación

En esta fase las personas fantasean con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte. Es común preguntarse ¿qué habría pasado

si…? o pensar en estrategias que habrían evitado el resultado final, como ¿y si hubiera hecho esto o lo otro?

– Etapa de la depresión

La tristeza profunda y la sensación de vacío son características de esta fase. Surgen un conjunto de emociones vinculadas a la tristeza naturales ante la pérdida de un ser querido. Algunas personas pueden sentir que no tienen incentivos para continuar viviendo en su día a día sin la persona que murió y pueden aislarse de su entorno.

-Etapa de la aceptación

Una vez aceptada la pérdida, las personas en duelo aprenden a convivir con su dolor emocional en un mundo en el que ser querido ya no está. Con el tiempo recuperan su capacidad de experimentar alegría y placer.

Aunque en opinión de los especialistas en la materia, las personas no pasan necesariamente por todas estas etapas ni en ese orden específico, así que el duelo se puede manifestar de distintas manera y en momentos diferentes para cada persona.

En definitiva, en esta pandemia y confinamiento hemos sentido, las reacciones típicas del estrés

postraumático: temor, desesperanza, desconfianza, horror intenso, malestar psicológico, dificultades con el sueño etc. Además hemos perdido algo fundamental para el ser humano, el contacto y sobre todo el contacto físico, los besos, los abrazos, y con ello los efectos positivos que éstos tienen en el organismo. El contacto físico incrementa la confianza, reduce los sentimientos de enfado, fortalece el sistema inmune, disminuye la tensión arterial y producen relajación muscular, todo ello mediado por la más simpática de nuestras hormonas, la oxitocina.

Mas de todo se puede salir, porque todas las personas tenemos capacidades y recursos internos y externos para asumir las dificultades y sobreponernos a ellas, para lo cual es muy importante conocernos, identificar nuestros puntos más débiles ya sean físicos, emocionales o relaciónales, y trabajarlos para superarnos. En este sentido, la pandemia también ha supuesto para muchas personas una ocasión de conocerse mejor, de tener tiempo para sí mismas y para los suyos, para desarrollar la creatividad…etc.

¿Cómo lo podemos hacer?

Esto se puede lograr a través de una serie de prácticas llevadas a cabo con una cierta continuidad como por ejemplo:

Realizar actividad física.

Llevar una alimentación equilibrada.

Practicar la relajación, y la respiración profunda en momentos de ansiedad.

Aprender a liberar las emociones de una manera constructiva.

Tener una actitud resiliente.

Relacionarse de modo amable con los/as demás.

Oxigenarse en la naturaleza.

Dormir lo suficiente, etc a fin de disminuir el

El uso si es necesario de algunos suplementos.

¿Y si nos fallan las fuerzas y no tenemos recursos para gestionar nuestras emociones?

Pues, si en un momento determinado nos sentimos sobrepasados/as física y emocionalmente, y nos cuesta lidiar con las dificultades, es bueno que pidamos apoyo, o que consultemos a un profesional que nos ayude a regularnos, ya que nuestro imperativo biológico es cooperar, interactuar, corregularnos, conectar con otros seres humanos.

Hay una cita maravillosa de un biólogo evolutivo, Theodosius Dobzhansky, que nos dice: «El más apto puede ser también el más amable, porque la supervivencia a menudo requiere ayuda mutua y cooperación».

Autora:  Elena Guerrero – Redacción Salud Integrativa

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La importancia de nuestro sistema de defensa en Medicina Integrativa por el Dr Rafael Torres

Dr. Torres, en tiempos de covid  es una constate hablar de la influencia del sistema inmune como nuestro gran sistema de defensa, que transcendencia real llega a tener en nuestra salud? 

Las personas somos unos entes muy complejos, que tenemos que tener claro cuáles son los pilares básicos que nos sustentan, que, desde mi opinión, son el sistema nervioso, el endocrino y el sistema inmune. Este sistema Inmune, es como la muralla que rodeaba a las ciudades medievales, se encarga de defendernos de todos los ataques que tenemos. De ahí, debemos de darle mucha más importancia, para que no dediquemos todas nuestras tareas en ver la forma de que nos seamos atacados, sin dedicar esfuerzos a que, en el caso de ser atacados, nuestros sistemas defensivos, va a contribuir en gran medida del éxito de que nuestras DEFENSAS INNATAS sean capaces de que nuestro organismo consiga que no tengamos sintomatología o que esta esté muy atenuada.

Se está hablando mucho de cada vez vamos a tener más infecciones, no solo por virus, sino también por bacterias, que hay de cierto en este argumento?

Las superbacterias ya matan más que el sida, la malaria y algunos cánceres de vías respiratorias. El mayor estudio hasta la fecha alerta de que cada año fallecen 1,2 millones de personas por infecciones resistentes a antibióticos, un número que se multiplicará por 10 en 2050. Los responsables del estudio consideran que en menos de 30 años las superbacterias acabarán con la vida de 10 millones de personas cada año, es decir, tres veces más que lo estimado para la covid en 2020. La investigación ha sido publicada en la revista médica The Lancet y ha analizado datos de 204 países, el estudio más completo de este tipo hasta la fecha, según sus autores.

Los niños son los más afectados por esta pandemia: el 20% de los fallecidos tenían menos de cinco años, según el estudio, que no detalla las muertes en otros tramos de edad. Los niños de corta edad son más vulnerables a estas infecciones porque su sistema inmune aún no está entrenado y están en contacto con más patógenos debido a que pasan mucho tiempo en el suelo y se llevan a la boca muchos objetos. De hecho, Unicef calcula que hasta el 40% de todas las muertes en estas edades se deben a infecciones resistentes.

¿El uso inadecuado de toma de antibióticos es por una mala política en su consumo?

Por supuesto, pero se ha hecho grandes avances en el uso de antibióticos en el campo médico. Un estudio recientemente publicado en la revista ‘Science’, pone el foco en que el incremento consumo de carne a nivel global también está produciendo un aumento en las resistencias a los antibióticos en el sector de la ganadería. Se estima que los animales criados para el consumo humano consumen hasta tres veces más medicamentos que las personas, por lo que resulta imprescindible vigilar cómo se desarrollan las resistencias a los medicamentos en la industria cárnica.

Esta investigación apunta a que el problema se focaliza en los países de bajos y medios ingresos. En estas zonas, con tal de satisfacer la creciente demanda de proteína animal, los sistemas de producción de carne a gran escala han incorporado el uso de antibióticos de manera rutinaria sin acompañarlo de una regulación y un sistema de vigilancia que permita controlar el surgimiento de resistencias a los antibióticos.

Estas conclusiones, lejos de sorprender, entran dentro de lo esperado por los expertos. En el año 2018, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó las resistencias a los antibióticos como una gran amenaza.

Aumenta la resistencia en los últimos años, como dice la reciente publicación del estudio a gran escala coordinado por un grupo de investigación del  Centerfor Disease, Dynamics, Economy and Policy (CDDEP), con sede en Washinton y en coordinación con la OMS. Esta nueva investigación recoge los datos recopilados por  901 análisis en los que se estudia la prevalencia de este fenómeno a lo largo del tiempo y en diferentes puntos del globo. Los resultados apuntan a que, entre el año 2000 y el 2018, la resistencia a los antibióticos prácticamente se ha triplicado en el caso de los pollos (pasando de un 15% aun 41%) o de los cerdos (que van del 13% al 34%) y se mantiene entre un 12% y un 23% en la carne de bovino.

Se triplica y cuatriplica el nivel de resistencia en muchos antibióticos más utilizados

Este fenómeno toma peso en lugares como India, China, Pakistán, Irán, Turquía, Brasil, los alrededores de Ciudad de México, Johannesburgo (también en el delta del Nilo y en el del río Rojo en Vietnam).

Concretamente en España el consumo de antibióticos en animales es el más alto de la UE, cuatro veces superior al de Alemania

Algunos expertos predicen que en 30 años las bacterias resistentes a antibióticos causarán más muertes que el cáncer o los accidentes de tráfico. Este problema ya acaba con la vida de unas 25.000 personas cada año en Europa, 2.500 de ellas en

España. Uno de los muchos frentes de esta crisis global son las granjas, donde los animales reciben antibióticos cruciales para la salud humana.

En 2014, el Gobierno puso en marcha un plan estratégico de cinco años para combatir la resistencia a antibióticos. Como parte del programa, la industria farmacéutica veterinaria se adhirió a un plan voluntario para reducir el uso de colistina en la cría de cerdos, un sector en el que España es líder europeo. La colistina es el antibiótico de último recurso para el tratamiento de infecciones potencialmente mortales por enterobacterias resistentes a otros antibióticos, según la OMS. España es uno de los países de la UE que usa más colistina en la cría de animales, aunque la venta de estos fármacos para animales descendió tímidamente entre 2014 y 2015, según muestra el informe. Se espera que los datos de los próximos años sigan esa tendencia a la baja, añade.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitaros, dependiente del Ministerio de Sanidad, es la encargada de recabar los datos de ventas anuales de antimicrobianos para animales. Un portavoz del organismo considera que la reducción del 4% «constituye una mejora muy significativa», aunque reconoce que «las ventas de antibióticos en ganadería en nuestro país continúan entre las más altos de la UE».

Llegados a este punto, ¿Qué es lo importante?

Lo más valioso que tenemos es la salud.

Una buena alimentación con una dieta variada y equilibrada, dormir bien, hacer al menos una hora de ejercicio o andar 10.000 pasos al día, colaborar para que nuestro sistema digestivo funcione correctamente, ir al baño todos los días, no sentirse hinchado, hacer adecuadamente las digestiones, gestionar el estrés, ya que si se mantiene en el tiempo puede ser dañino para nuestra salud, utilizar nuestros dispositivos móviles adecuadamente son algunos de los consejos que podemos defender.

Todos estos determinantes de salud pueden contribuir a que nuestro sistema inmune esté preparado para que, si necesitamos su ayuda para mantener nuestra salud, responda adecuadamente.

¿Algunos complementos nos pueden ayudar en esta importante tarea de nuestro Sistema Inmune?

Por supuesto, tenemos una serie de complementos, que nos pueden ser muy útiles como:

El Zinc, un Micronutriente que contribuye al funcionamiento normal del Sistema Inmune.

La vitamina D3, también micronutriente, que se encuentra en pescados, carne, huevos, musli…

La vitamina C, se encuentra en alimentos como los pimientos, brócoli, coles de Bruselas, naranjas, kiwis y batatas.

El oligoelemento Manganeso, el Cobre, Selenio

Ácidos grasos de omega3…

Berberina, levadura de arroz rojo …

Lo ideal, sería que tuviéramos datos analíticos de cuales, de estos micronutrientes y oligoelementos, para poder aportar lo que necesitamos.

¿La Medicina integrativa, ha hecho nuevas aportaciones en este campo?

Mi compañero y amigo, el Profesor Rómulo Rodríguez-Ramos, psiquiatra, en la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Desarrollo Humano, en la Ciudad de México, apartó recientemente el concepto de Psicología del Bienestar Integral, como nuevo paradigma dentro de la Medicina Integrativa y del Bienestar, postulando una dinámica psicoinmunometabólica que de base a un enfoque integral de las diferentes escuelas psicológica y donde el estilo de vida saludable es fundamental para el cambio, tomando en cuenta lo físico, lo social, lo espiritual y medio ambiental para construir un modelo de Bienestar Integral.

Considera que las Ciencia de la Complejidad nos enseñan que el organismo humano, es un sistema abierto, alejado del equilibrio, que se autorregula en permanente contacto con el medio, admitiendo la incertidumbre, no siendo determinista, ni lineal, ni estable.

El enfoque que se hace en la Medicina del Bienestar, va más allá de disminuir los síntomas de la enfermedad, lograr que las personas encuentren un sentido a sus vidas, disfrutando cada día con agradecimiento y felicidad, es elIkigai japonés.

Es decir, considerar la salud como un proceso de integración física, psíquica, social, espiritual, en el contexto medio ambiental, con la finalidad de lograr un estilo de vida saludable.

El Profesor Rómulo Rodríguez-Ramos, pretende con la Psicología del Bienestar Integral, dar un paso adelante, que además de un enfoque basado en un estilo de vida

saludable, potencie la integración psicoinmunometabolica, como sustento científico, para que las personas no solo se mejoren o se curen, sino que además logren su

bienestar, acorde en su contexto, para alcanzar calidad de vida y satisfacción con la forma de vivirla.

Si tuviera que elegir entre los Determinantes de Salud, ¿Con cual te quedarías?

Claramente con la alimentación.

Recordar que hay que tomar frutas, sobre todo los cítricos y verduras, como el brócoli, la coliflor, las espinacas, el pescado graso por los omega3, setas como las Shitake, los champiñones, el ajo, la cúrcuma, el jengibre…

Tomar más pescado que carne, y que esta carne sea ecológica, que afortunadamente en España es fácil de encontrar, evitar el alcohol en exceso, la azúcar blanca y los alimentos refinados, los procesados y los estimulantes en exceso como el café

Así como el cocinado de los alimentos, a ser posible al vapor y nunca al microondas.

Recomendar el ayuno periódicamente, una o dos veces al año o el ayuno intermitente ya que tenemos evidencias claras de la actividad reparadora de los tejidos, por los estudios del Premio Novel de Medicina, en 2016, Yoshinori Ohsumi, ya que el ayuno produce autofagia de las células inflamatorias y además produce grandes cantidades de sustancias reparadoras como el factor neutrófico derivado del cerebro, las enzimas del tipo sirtuinas entre otras.

El Dr. Valter Longo y su equipo de la Universidad del Sur de california, demostró que cuando ayunas el sistema inmunitario se depura y se renueva.

También se ha visto que con el ayuno se estimula la multiplicación de células madre que producen las células del sistema inmunitario.

Un estudio encontrado en ScienceDirect, ha revelado que el ayuno intermitente, favorece un restablecimiento del homeostasis energética, obligando al cuerpo a activar el sistema inmune para proteger a los múltiples órganos

¿Quiere comentar algo más antes de cerrar entrevista?

Lo más valioso que tenemos es la salud, la salud no es todo, pero sin ella, nada vale la pena.

Y tener siempre presente a Hipócrates, padre de la Medicina, que tenía muy claro el papel curativo de la fiebre, decía: “Dadme una fiebre y curaré cualquier enfermedad”.

Autor:  Dr. Rafael Torres- – Redacción Salud Integrativa

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Obesidad, la verdadera epidemia mundial, con la Dra Teresa Comes.

La obesidad, verdadera epidemia mundial, sobre todo en los países industrializados, que por desgracia afecta a un número importante de la población infantil y juvenil. Debida a los cambios en los hábitos dietéticos de los últimos 50 años.

Dra. Comes ¿Cuándo podemos decir que una persona es obesa?

Según la O.M.S., cuando el I.M.C. es igual o superior a 30 (m/kg al cuadrado). Pero hay que puntualizar que es mucho más exacto valorar la masa grasa. Para ello hay que realizar una impedancia  bio-eléctrica, que distingue tres compartimentos: la masa magra (huesos, músculos y órganos), la masa grasa y el agua (extracelular e intracelular).

Se considera obesidad cuando el aumento de peso se debe al compartimento graso (ej: atletas, edemas…).

Podemos definir la obesidad como una enfermedad inflamatoria, causada por el aumento de grasa corporal y que desencadena una serie de enfermedades crónicas como: dm-2, HTA, hiperlipidemias, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, artropatías (rodilla)…

¿Por qué engordamos?

La respuesta simple es: porque ingerimos más calorías de las que necesitamos para  mantener nuestro metabolismo (una serie de reacciones que transforman los nutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) en energía para realizar nuestras funciones vitales y poder sobrevivir).

Esto es debido a los cambios producidos en nuestro estilo de vida en los últimos 50-60 años: dieta “inflamatoria” (industrialización alimentaria) y sedentarismo.

Aunque en realidad, el origen de la obesidad es multicausal:

Genotipo ahorrador: nuestros genes no han cambiado desde el paleolítico. Estamos preparados para sobrevivir a la hambruna, por eso acumulamos los excesos calóricos con avidez, en forma de grasa, en el tejido adiposo.

Carga genética: podemos heredar la tendencia a ser obesos, pero influye mucho más la epigenética (los hábitos dietéticos familiares hacen que se expresen o no los genes “malos” que nos hacen engordar. sabemos que en el embarazo se dejan “improntas” en el ADN del feto.

Metabólicamente existen oxidadores lentos y rápidos, estos últimos se consideran genéticamente privilegiados, porque comen como una lima y no engordan. Aunque la mayoría somos mixtos y, si comemos en exceso, engordamos.

Situaciones especiales:

Hormonales: Hipotiroidismo, también el subclínico, climaterio, menopausia, S.O.P….

-Fármacos: corticoides, hormonas, psicótropos…

-Intestino permeable/disbiosis.

-Estrés crónico (aumenta el cortisol endógeno).

Situaciones psicosociales: compensación comiendo, adicción…

Sedentarismo “obligado”: artropatías, ancianos, secuelas ictus…

Aunque la causa real de la obesidad es la resistencia a la insulina, provocada por la dieta actual, excesivamente rica en hidratos de carbono refinados con carga glucémica alta, exceso de grasa saturada, exceso de proteínas y pobre en fibra alimentaria. Este tipo de dieta provoca inflamación celular.

 ¿Qué es la resistencia a la insulina?

La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su misión principal es mantener el nivel de glucosa constante en la sangre.

Si consumimos en exceso H. de C. con alta carga glucémica (pan, harina, pasta, arroz blanco, patata, azúcar, dulces…), los niveles de glucosa aumentan rápidamente en sangre, el páncreas secreta insulina que provoca hipoglucemia (disminuye la glucosa), que desencadena hambre y la necesidad de comer de nuevo…esto nos llevará a un aumento “constante” de insulina en sangre: hiperinsulinismo que conduce a la resistencia a la insulina.

El hiperinsulinismo provoca almacenamiento de grasa en el tejido graso y otros tejidos sensibles a la insulina (hígado, músculos, hipocampo), provocando inflamación celular, al bloquear la comunicación entre la hormona y la célula. Además evita la liberación de grasa acumulada en la célula y dificulta las señales de saciedad en el hipotálamo.

El páncreas, en su afán de segregar más y más Insulina, se va agotando y con el tiempo aparece la diabetes melitus tipo 2.

Por lo tanto la R. I. (provocada por la inflamación celular):

-Nos engorda.

– Nos mantiene obesos: provoca resistencia a perder peso.

– Nos enferma: provoca enfermedades crónicas (diabetes mellitus, HTA, S. metabólico, enf. cardiovasculares.

– Acelera el envejecimiento.

La buena noticia es que la R.I. se puede “corregir” y “revertir” de forma rápida y eficaz con una dieta adecuada.

Índice glucémico: mide la velocidad con que un alimento puede aumentar los niveles de glucosa en sangre.

Carga glucémica: mide la intensidad de la respuesta de la insulina, que provoca el alimento ingerido.

¿Qué nos puede hacer sospechar que tenemos R. I.?

Hay pruebas analíticas evidentes:

-Glucosa en ayunas mayor o igual a 100mg/dl.

-Insulina en ayunas mayor o igual a 10mg/dl. ( incluso con cifras normales de glucosa y sin sobrepeso).

-Hemoglobina glicosilada mayor o igual a 6%.

-Ratio triglicéridos/HDL (el mejor marcador de R.I.).

También hay pruebas visuales:

-Báscula/Espejo.

-Diámetro de la cintura mayor que el de la cadera.

Todos estos parámetros nos informan del riesgo de padecer en el futuro: D.M.-2, Hígado graso, HTA, Dislipemias, Enf. Cardiovasculares, S. Metabólico…

 ¿Existe relación entre la OBESIDAD y la D.M. Tipo 2?

Por supuesto, existe una relación evidente. Como hemos visto, la R.I. provoca obesidad, que aboca a un agotamiento del páncreas, que con el tiempo conduce a la D.M.-2. El páncreas puede agotarse totalmente y se puede llegar a la D.M. Tipo 1 o Insulinodependiente.

Cuando se asocian obesidad, d.m.-2 y estrés crónico, forman una tríada de difícil manejo, pues se complica con hígado graso, di lipemia, HTA que conducen una patología más compleja que es el síndrome metabólico.

 ¿Cómo influyen las ETAPAS de la VIDA en la aparición de la OBESIDAD?

Los primeros 1000 días de vida son cruciales, empezando por el período fetal. Durante el embarazo es muy importante la microbiota y la alimentación de la madre, tanto la desnutrición/malnutrición, como la obesidad, que provoca un efecto negativo sobre el desarrollo fetal: “marcas” o “improntas” epigenéticas en el ADN del feto, que afectarán a su futuro metabolismo (niñez y edad adulta).

En los primeros años de vida los adipocitos (células del tejido graso) tienen la capacidad de aumentar, no sólo de tamaño, sino también de número. Esto es un gran inconveniente, pues en la edad adulta tendrán más propensión a la obesidad al tener mayor capacidad de acumular grasa. Por eso es importante la restricción calórica, además de la diversidad alimentaria (influye en la diversidad de la flora intestinal). También se debe educar el sentido del gusto en la infancia, respecto al dulce, al salado y a la grasa.

Lo ideal es prevenir la obesidad antes de la concepción.

 ¿Cuál sería la mejor dieta para perder peso?

Una dieta de restricción calórica (baja en calorías), pero equilibrada en la relación de proteínas de calidad (para no perder masa muscular) e hidratos de carbono de baja carga glucémica, que sea baja en grasa pero saludable (aceite de oliva) y rica en fibra alimentaria (verduras y hortalizas sobre todo y fruta).

No se trata sólo de contar calorías, importa el equilibrio de los nutrientes. Los H. de C. son más peligrosos que la grasa, por su efecto sobre la insulina.

Hay que tener cuidado con las dietas “milagro”, pueden ser peligrosas. No es lo mismo perder peso que perder grasa. Tampoco es lo mismo tener un sobrepeso de 5-10kg que una obesidad importante a la hora de elegir una dieta de adelgazamiento.

Me gustaría explicar el significado de la palabra dieta:

Proviene del griego y significa: forma de vida, disciplina, hábitos durante un día… El problema es que le damos un significado distinto, lo hemos “demonizado”:

-Operación Bikini (de cara al verano).

-Período breve/objetivo a corto plazo/volver a los hábitos erróneos.

-Asociar a hambre/privación de comidas que nos gustan.

-Sinónimo de castigo/obligación: tengo que hacer dieta, estoy haciendo dieta…

Dietas para perder peso:

Dieta mediterránea hipocalórica (baja en calorías):

Verduras y hortalizas, cereales, legumbres, carne, pescado, huevos, fruta, frutos secos, aceite de oliva…). Es ideal para la mayoría, aunque siempre hay que personalizar.

Dieta cetogénica:

Rica en grasa y muy pobre o ausencia de hidratos de carbono (puesta de moda en los años 70 por el Dr. Atkins), utiliza la grasa como combustible y basada en que lo que engorda son los Carbohidratos.

Existen Dietas cetogénicas normoproteicas, que contienen H. de C. de muy baja carga glucémica (verduras y hortalizas), que son seguras pero deben ser controladas por un Especialista en Nutrición y no están indicadas para todo el mundo.

Ayuno:

Es la forma más antigua de restricción calórica.

Ayuno “intermitente” (ideal 16/8), mejor de noche. Permite autofagia celular (eliminar basura). Evitar atracones. No llegar al canibalismo, produce sarcopenia.

Ayunos de “fin de semana”: jugos de frutas y verduras, caldos vegetales… tienen como objetivo depurar.

¿Qué beneficios aporta la restricción calórica con dietas de baja carga glucémica?

-Disminución rápida de la R.I., que nos engorda y nos mantiene obesos.

-Prevención de la D.M. tipo 2.

-No produce sensación de hambre (es más llevadera).

-Disminuye la inflamación celular, lo cual previene las enfermedades crónicas, que favorece el retraso del envejecimiento, o lo que es lo mismo que un envejecimiento saludable.

 ¿Por qué se vuelve a recuperar el peso?

-Dietas inadecuadas.

-Falta de motivación.

-Sedentarismo.

-Genotipo ahorrador: estamos programados para acumular grasa.

-Persistencia del estrés.

-Obesidad infantil: la infancia es una etapa muy crítica, pues las células del tejido graso pueden aumentar en número y también de tamaño. Lo que aumenta su capacidad de acumular grasa.

  ¿Qué podemos hacer para no recuperar el peso perdido?

-En primer lugar haber seguido una dieta de restricción calórica con H .de C. de baja carga glucémica y baja en grasa.

-Cambiar el concepto de dieta/castigo y seguir una dieta mediterránea adaptada a la filosofía dietética personal.

-Aprender y disfrutar cocinando.

-Evitar el sedentarismo, el ejercicio es fundamental para perder calorías, prevenir la osteoporosis, aumentar la masa muscular…

Control del estrés, pues aumenta el cortisol y nos engorda.

-Cuando tomemos alimentos calóricos, siempre en plato pequeño y precedidos de una ensalada abundante.                           ‘

-Cuidado con los productos edulcorados (bebidas…).

-Mantener la motivación que nos llevó a perder peso y controlar las adicciones/    compensación que nos hacen comer compulsivamente, incluso sin tener hambre.

 Conclusiones:

-Cualquier exceso, tanto en proteínas, hidratos de carbono, grasas, se acumulará en forma de grasa y nos conducirá hacia la obesidad.

-No sólo engorda la grasa, hemos visto el peligro de los H. de C. de  carga glucémica alta  y el papel de la insulina y de la R.I. en el origen y el mantenimiento de la obesidad.

-Evitar el sedentarismo, tan importante como seguir una dieta adecuada.

-Genética: existen personas genéticamente predispuestas a padecer OBESIDAD.

Epigenética: mucho más importante en la mayoría de los casos, pues depende de nuestros hábitos (dieta/sedentarismo) que nuestros genes “buenos/malos” se expresen. Hay que insistir en el embarazo, incluso antes, y en la primera infancia.

-No todos somos iguales. Hay que personalizar.

-Evitar el ESTRÉS “crónico”, aumenta el cortisol y nos  engorda.

-La dieta ideal:

-Para perder peso/grasa corporal: Dieta de Restricción calórica con H.de C. de baja Carga Glucemia.

-Para mantenerse: dieta mediterránea.

– La mejor forma de tratar la obesidad es prevenirla. Según Hipócrates, la principal responsabilidad del médico es prevenir la enfermedad.

En caso de obesidad  “severa”:

-Recurrir siempre a un profesional experto en nutrición.

-Dieta adecuada y personalizada.

-Depuración de toxinas (acumuladas en el tejido graso).

-Suplementación ortomolecular si precisa.

-Control de las patologías existentes, analíticas…

-Ejercicio adaptado a la situación personal.

-Motivación y control del estrés.

-Seguimiento después de alcanzar el objetivo: evitar rebotes.

Autor:  Dra Teresa Comes – Redacción Salud Integrativa

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Feliz Navidad y Próspero 2021

Pérdida de memoria en personas mayores

¿Cómo evitar la pérdida de memoria en personas mayores?

Con el paso de los años y el envejecimiento se producen ciertos cambios fisiológicos que pueden alterar el funcionamiento del cerebro, necesitando más tiempo para aprender o recordar.

A pesar de que con el envejecimiento se mantiene la capacidad de generar nuevas neuronas, muchas personas mayores se quejan de la pérdida de memoria y les genera frustración no poder recordar con facilidad.

Estos olvidos suelen ser benignos y no tener nada que ver con la demencia o el temido Alzheimer.

Para intentar minimizar la falta de memoria y concentración debemos adoptar una serie de hábitos saludables en nuestra actividad diaria, y estilo de vida, ya que son fundamentales para la salud general, y también para el cerebro.

Como sabemos la importancia que tienen estos episodios de pérdida de memoria en personas mayores, en este post os vamos a explicar los síntomas de la pérdida de memoria, sus causas y algunos consejos para prevenir la pérdida de memoria en personas mayores.

Síntomas de la pérdida de memoria en personas mayores

Existen ciertas señales que pueden alertarnos de que nuestros seres queridos empiezan a experimentar leves episodios de pérdida de memoria:

Desorientación.

Dificultad para encontrar las palabras adecuadas al hablar y olvido de palabras.

Dificultad para recordar episodios recientes, como dónde he estado esta mañana, qué he comido hoy, etc.

Pequeños despistes.

Problemas para actuar y tomar decisiones.

Es importante acudir a un especialista en el caso de que estos síntomas de pérdida de memoria en personas mayores se acentúen y/o ocurran con más frecuencia.

Causas de la pérdida de memoria

Hay varias causas de la pérdida de memoria, no obstante, vamos a enumerar las más frecuentes.

Estrés, ansiedad o emociones intensas.

Depresión.

Drogas y alcohol. El consumo excesivo de estas sustancias causa la deficiencia de vitamina B1, produciendo una falta de memoria y concentración.

Medicación. Los efectos de algunos medicamentos pueden interferir en la memoria.

Mala alimentación. Una dieta poco saludable desemboca en deficiencias de vitaminas B6, B9 y B12.

Demencia.

Tumor cerebral.

Cuando una persona mayor presenta problemas para realizar sus tareas diarias o se muestra confundida y desorientada, es el momento de consultar con un profesional.
El médico examinará al paciente y valorará si se trata de un trastorno de la memoria leve o grave y determinará el tratamiento adecuado para el mismo.

No obstante, a continuación, vamos a explicar algunos consejos para prevenir la pérdida de memoria en personas mayores.

Consejos para prevenir la pérdida de memoria en personas mayores

Si hablamos de pérdida de memoria debido a enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el Alzheimer, prevenir la pérdida de memoria es irremediable.

Sin embargo, existen pautas que pueden ser beneficiosas para potenciar las funciones cognitivas y evitar un deterioro. La forma más eficaz de prevenir o retrasar la progresión de la pérdida de memoria consiste, como ya hemos mencionado, en adoptar hábitos saludables, como los siguientes:

Mantener una dieta equilibrada y saludable.

Tener un buen descanso y un sueño reparador.

Realizar ejercicio de forma regular.

Tener una vida social sana.

Realizar actividades cognitivas que fortalezcan la memoria.

Evitar hábitos nocivos como el consumo de tabaco y alcohol.

Nuestro cerebro es como un músculo, cuanto más lo ejercitamos, más fuerte se hace. Si el cerebro no recibe los nutrientes necesarios, o la persona afectada deja de ejercitar sus habilidades sociales y cognitivas, las funciones cerebrales se deterioran y la pérdida de memoria va en aumento.

Autor: Redacción Salud Integrativa

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Síndrome Metabólico, con la Dra. Teresa Comes.

El síndrome metabólico engloba una serie de patologías como son la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, cuya causa principal son los cambios producidos en la alimentación y en el estilo de vida actuales, para los que no estamos preparados genéticamente. Y que afectan a un número cada vez más elevado de personas.

Dra. Comes ¿Qué relación tiene el síndrome metabólico con el estilo de vida de nuestros antepasados?

Si nos remontamos al paleolítico (hace unos 10.000 años), incluso en épocas anteriores, nuestros ancestros estaban sometidos a períodos de abundancia alimentaria, alternados con períodos de escasez e incluso ausencia de alimentos. pasaban de darse “atracones” a ayunar de forma obligada. además, se movían buscando alimentos o huyendo de los depredadores.

Esto les llevó a desarrollar, para su supervivencia, el genotipo ahorrador. estaban preparados para las épocas de hambruna, utilizando la reserva energética depositada en forma de grasa, cuando se daban “atracones”.

Además la dieta del Paleolítico era baja en hidratos de carbono y sodio, y rica en proteína y fibra, siendo más saciante y menos calórica.

Actualmente la dieta rica en hidratos de carbono refinados, grasas saturadas. proteínas en exceso… sedentarismo y hábitos tóxicos, hacen que el genotipo ahorrador nos induzca a acumular más y más grasa.

Nuestros genes no han cambiado desde el paleolítico. estamos preparados para el ayuno, no para la sobrealimentación.

¿Cómo definiría el síndrome metabólico?

El síndrome metabólico engloba una serie de patologías, cada una de las cuales ya representa por sí sola un problema importante para la salud. como son la obesidad, la diabetes tipo 2 (no insulinodependiente), la hipertensión arterial, las dislipemas (aumento de colesterol y triglicéridos), la hiperuricemia (aumento del ácido úrico), y las complicaciones cardiovasculares, nefrológicas… que van apareciendo a lo largo del tiempo.

Estas entidades tienen un denominador común que es la resistencia a la insulina y la inflamación sistémica de bajo grado, presentes muchos años antes de que se manifiesten los síntomas.

Como hemos visto, la causa fundamental es una dieta inadecuada (abundante y rica en hidratos de carbono refinados y grasas saturadas) y un estilo de vida erróneo (sedentarismo y hábitos tóxicos).

¿Qué papel juega la insulina en este proceso?

La insulina es una hormona segregada por el páncreas y cuya función es mantener los niveles de azúcar constantes en la sangre.

Si consumimos alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción rápida (se comportan como si tomáramos azúcar: ejemplo del collar y las perlas), aumenta rápidamente la glucosa en sangre (picos de glucosa) y el páncreas tiene que segregar Insulina.

Pero el exceso de glucosa que la Insulina tiene que retirar del torrente sanguíneo debe transformarse en grasa, que se deposita en los adipocitos (que son las células del tejido graso) como reserva y fuente de energía. Recordemos nuestro genotipo ahorrador.

Lo que ocurre es que nuestra sociedad occidental no padece “hambruna” y además somos sedentarios.

Conforme va aumentando el tejido graso aparece la obesidad abdominal, que genera resistencia a la insulina. El páncreas se ve obligado a segregar más y más insulina y termina agotándose.

esto explica la relación entre obesidad, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 causantes y presentes en el síndrome metabólico.

¿Cuál sería la causa del Síndrome Metabólico?

Aunque se trata de un cuadro multifactorial, la causa primordial es la resistencia a la insulina, debido a una dieta inadecuada rica sobre todo en hidratos de carbono con carga glucémica alta, rica en proteínas y grasas saturadas, y pobre en fibra (verduras y hortalizas, legumbres y fruta y un estilo de vida erróneo: sedentarismo y ambiente tóxico (alcohol, fármacos,…)

El exceso de alimentos, tanto hidratos de carbono, proteínas como la grasa, se almacenan en forma de grasa. lo que conlleva a una cascada de efectos: obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2… y, por supuesto, síndrome metabólico.

Insisto en que nuestros genes no han cambiado desde el paleolítico, y que el gen ahorrador (cuya misión es poder resistir a la hambruna o a la escasez de alimentos, favorece el almacenamiento de grasa y nos aboca a una verdadera epidemia de obesidad en las generaciones futuras.

Cuando hablamos de hidratos de carbono de alta carga glucémica nos referimos a: bebidas azucaradas, bebidas isotónicas.

-Pan, pasta, cereales refinados, bollería, dulces, helados, arroz blanco, patata…

¿Qué papel juega la grasa en la génesis del síndrome metabólico?

La grasa es nuestra reserva como fuente de energía y también un depósito de toxinas a lo largo de nuestras vidas.

Si comemos en exceso (tanto  si se trata de hidratos de carbono, proteínas o grasas), lo que no utilizamos para mantener nuestras contantes vitales se acumula en forma de grasa,  en los adipocitos del tejido graso.

Esta reserva grasa, que no vamos a utilizar si no existe escasez de alimentos, aumenta progresivamente generando obesidad y toda la cascada de patologías que hemos mencionado y que forman parte del síndrome metabólico.

Los adipocitos tienen la capacidad de llenarse “ilimitadamente” de grasa, pero también pueden vaciarse en caso de escasez de alimentos.

¿Tiene el hígado graso alguna relación con este síndrome?

El depósito de grasa, tanto en el hígado como en el músculo, predispone a la resistencia a la insulina y, por lo tanto, al síndrome metabólico

Hace años el hígado graso era una patología relacionada con el consumo de alcohol, pero por desgracia en la actualidad nos encontramos con un porcentaje elevado de hígado graso no alcohólico en un elevado número de ecografías, incluso en personas jóvenes y, lo que resulta más grave, también en niños.

El hígado es el órgano más importante de desintoxicación y de eliminación de tóxicos del organismo, además de sus funciones metabólicas, endocrinas, digestivas… y puede ser maltratado por el consumo de alcohol, fármacos, tóxicos, dieta inadecuada… incluso por el mal funcionamiento de un intestino inflamado (permeable y disbiótico).

El hígado graso está relacionado con la obesidad abdominal, la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico. cuando el hepatocito se llena de grasa pierde su funcionalidad y empeora el cuadro. además, es uno de los signos de alarma que hacen sospechar que en un futuro desarrollaremos un síndrome metabólico, junto con otros parámetros de la analítica de sangre.

¿Hay algún indicio que nos permita sospechar el riesgo de sufrir síndrome metabólico?

Existen pruebas y síntomas que orientan sobre la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2, patología cardiovascular y otras manifestaciones del síndrome metabólico, que se manifiestan años antes de que se desarrolle la enfermedad, y que nos permiten prevenirla e incluso revertir efectos indeseables, como son:

-Obesidad abdominal (troncular).

-Glucosa en ayunas: mayor o igual a100mg/dl.

-Insulina en ayunas: mayor o igual a 10mg/dl.

-Hemoglobina glicosilada: mayor o igual a 6

-Hiperlipidemia: -Aumento del colesterol total y LDL.

-Disminución de las HDL.

-Aumento de los Triglicéridos y ratio Triglicéridos/HDL.

-Hiperuricemia: -Aumento del ácido úrico.

-Hipertensión Arterial: -Mayor o igual a 140/90 mm de Hg.

-Hígado graso (ecografía), con o sin aumento de transaminasas.

Si alguno o varios de estos datos aparecen alterados, debemos actuar para prevenir algunos efectos irreversibles que aparecerán años después.

¿Es beneficioso el ayuno?

Cuando ayunamos favorecemos al Hígado (en sus funciones de desintoxicación. metabólicas, endocrinas), y también hacemos descansar al páncreas y al intestino.

No olvidemos que nuestros genes están programados para ayunar desde hace miles de años.

Hoy en día está de moda el ayuno intermitente, y aunque muchas personas lo hacen para adelgazar, su función es más bien depurativa y metabólica, permitiendo descansar y recuperarse a órganos de la digestión tan importantes como el hígado, el páncreas y el intestino.

Lo ideal es practicarlo durante la noche, que es cuando más favorece la depuración, teniendo en cuenta los ritmos circadianos. Se aconseja un duración mínima de 12 horas, aunque lo ideal es llegar a las 14 o mejor 16 horas.

También son aconsejables los ayunos de fin de semana, con jugos de frutas y de verduras, y caldos vegetales. Se pueden hacer una vez al mes, o después de un viaje, después de Navidad…

¿Es posible revertir el síndrome metabólico?

El síndrome metabólico se puede prevenir, tratar y revertir en función de lo avanzado del cuadro clínico.

Lo ideal es prevenir desde la gestación y en la primera infancia.

-En 1º lugar, recuperar un dieta saludable:

-Baja en azúcares e hidratos de carbono refinados.

-Baja en grasas saturadas y carnes rojas.

-Rica en fibra alimentaria: legumbres, verduras y hortalizas, fruta fresca, frutos secos, semillas.

-Evitar tóxicos: alcohol, bebidas azucaradas…

-En 2º lugar, actividad física  (adaptada a la condición cardiovascular):

-Una hora al día (mínimo 3 veces por semana).

-Aeróbica/Anaeróbica…

-Controlar la hipertensión arterial, la hiperglucemia, la Hiperlipidemia…

-Aportar Omega 3 y otros elementos (vitaminas, minerales, fitoquímicos…

-Probióticos y Prebióticos (si se requieren).

-Mantener un buen ritmo intestinal.

-Cuidar el Hígado.

-Control del estrés y la calidad del sueño.

-Educar desde la infancia: ¡¡muy importante ¡¡, no olvidemos que los niños imitan, hay que dar ejemplo.

-Personalizar siempre.

Recomendaciones:

Para terminar me gustaría insistir en que el síndrome metabólico, al igual que la diabetes tipo 2, no son genéticos, ni son castigo de Dios.

Son consecuencia de la dieta occidental y de un estilo de vida sedentario, en un ambiente tóxico.

Fueron los cambios epigeneticos de la dieta los que crearon el terreno del dismetabolismo.

Hay que luchar contra la obesidad, pues toda persona con sobrepeso está inflamada, y es susceptible de padecer diabetes, dislipemia, hipertensión arterial u, por supuesto, síndrome metabólico.

Deberíamos seguir los postulados de Hipócrates:

1º)  Alimentación correcta.

2º)  Ejercicio.

3º)  Equilibrio mental, emocional y espiritual.

4º)  Cuidado del entorno.

Autor: Redacción Salud Integrativa

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Osteopatía Craneal

Dr. Manuel Peinado, hace poco estuvimos conversando sobre Osteopatía en general, y vimos que la Osteopatía puede abordar problemas craneales ¿ como se puede definir esta parte de la Osteopatía?

En la anterior entrevista ya estuvimos comentando la importancia de la unidad del cuerpo, que no se puede separar los huesos y los músculos de los órganos internos, del cerebro y sistema nervioso, o de las arterias y las venas. Recordamos también el concepto de integridad del cuerpo, y con ello podemos hablar de la interdependencia de distintas  partes del organismo.

La Osteopatía craneal, o craneosacral, aborda toda la parte de nuestro cuerpo relacionado con el sistema nervioso central, es decir, el cerebro y la médula espinal. O sea, el abordaje del cráneo, la columna vertebral y la pelvis. Pero dado el concepto de integridad del cuerpo, no es un apartado de la Osteopatía separado del concepto general, es decir, del tratamiento del aparato locomotor o de los órganos internos.

El cráneo tiene aspecto de ser algo duro y compacto ¿ cómo se puede trabajar sobre él con las manos?

El cráneo y la columna vertebral tienen como función principal proteger al cerebro y la médula espinal, pero aunque son elementos consistentes para nada son elementos rígidos y compactos, sino que tienen cierto grado de elasticidad. Si fueran estructuras totalmente rígidas, ante un golpe provocarían un mayor daño en el interior. Al mantener una cierta elasticidad pueden absorber parte de las fuerzas externas. Además, cerebro y médula están también protegidos por varias membranas y por líquido cefalorraquídeo.

En el caso del cráneo esta elasticidad se la dan, además de la elasticidad propia de los huesos, las suturas craneales y las membranas internas. Estas estructuras son sensibles, pues tienen terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos.

Entonces basándonos en el conocimiento de la anatomía, la fisiología, la neuroanatomía, la patología, o en un concepto interesante como la neuroplasticidad, podemos conseguir que nuestro abordaje craneal resulte exitoso en el tratamiento de distintas dolencias.

¿Sobre qué dolencias puede tener efecto positivo el tratamiento craneal en Osteopatía?

En este apartado mencionaré solamente dolencias sobre las que hay evidencia científica del efecto positivo de la Osteopatía craneal, a pesar de que también es importante la evidencia clínica.

Con el tratamiento craneal podemos actuar con éxito en cefaleas y migrañas, mareos y vértigos, sinusitis, problemas de la articulación mandibular, problemas de la movilidad de los ojos.

Se ha podido comprobar un efecto beneficioso en dolores cervicales y lumbares con el tratamiento craneosacro.

También se ha observado una mejora en la saturación de oxígeno del cerebro, en la perfusión cerebral o en las secreciones como por ejemplo la oxitocina, entre otras.

Por último, se han visto efectos positivos sobre los mecanismos que provocan el dolor crónico, así como en los efectos del estrés o la ansiedad.

Bueno, entonces vamos por partes ¿cómo aborda la Osteopatía los dolores de cabeza?

En los dolores de cabeza podemos distinguir a grandes rasgos entre cefalea y migraña.

La mayoría de las cefaleas son de origen cervical, y en ellas el tratamiento osteopático es muy resolutivo. La sensibilidad de la parte posterior de la cabeza la recoge la médula cervical, y en ella también se encuentra un núcleo del nervio trigémino que recoge la sensibilidad de la parte anterior de la cabeza. Además, se ha observado que el tratamiento osteopático influye de manera beneficiosa sobre marcadores como la sustancia P, responsable de dolor.

El tratamiento osteopático también puede actuar sobre las suturas craneales y sobre las meninges, que por su sensibilidad también pueden ser foco de dolor.

En cuanto a las migrañas, el proceso es más complejo dada su fisiopatología, pero el tratamiento osteopático se ha mostrado efectivo consiguiendo al menos una remisión parcial del dolor, y con ello una reducción de la medicación necesaria para su tratamiento.

¿Vértigos y mareos? ¿Cuál es la diferencia?

La diferencia está principalmente en la sensación irreal de movimiento, que todo gira alrededor nuestro. Pero en ambos casos hay sensación de inestabilidad, miedo, etc.

Aunque siempre habrá un problema en el oído interno, en el sistema vestibular, mucho de los mareos y algunos vértigos proceden de la región cervical. Hay una relación muy importante entre el sistema del equilibrio y la región cervical, tanto por la musculatura del cuello como por el aporte arterial.

¿Y sobre la sinusitis?

La sinusitis es la ocupación por moco de los senos aéreos que se encuentran alrededor de las fosas nasales. Provocan dolor de cabeza, dificultad para respirar por la nariz, pérdida de olfato, caída de moco constante, etc. El problema es que a veces este moco se puede infectar y entonces el proceso se agrava.

Con el tratamiento osteopático podemos descongestionar estos senos paranasales, consiguiendo el correcto paso del aire por ellos.

¿Qué problemas de mandíbula puede tratar la Osteopatía craneal?

El tratamiento del síndrome craneomandibular con Osteopatía craneal incluye trastornos como el bruxismo, el dolor en la apertura o el cierre de la mandíbula, o el chasquido mandibular. Incluso también puede ser efectivo en el tratamiento de algunos problemas de la oclusión.

Se ha mostrado efectivo en la colaboración junto al tratamiento de ortodoncia.

Recordemos que este síndrome craneomandibular puede producir, además de estos dolores en la mandíbula, otros dolores como cefalea o cervicalgia.

¿Y qué hay de los problemas de movilidad de los ojos?

Los ojos deben moverse “a la par”, y esto además de estar relacionado con una buena visión, también está relacionado con nuestro equilibrio y con nuestra postura.

En alguno de los ojos puede producirse algún trastorno en la movilidad, y esto puede tener como consecuencia dolor de cabeza o de cuello, cansancio ocular, mareos, etc.

El trabajo osteopático se ha mostrado eficaz en el tratamiento de esta disfunción, y es interesante la colaboración de nuestro trabajo con el de los optometristas.

Y por último ¿estrés? ¿ansiedad?

Sí, el tratamiento craneosacro se ha mostrado eficaz en el tratamiento de estos problemas, pues se ha comprobado que se produce una modulación del sistema nervioso autónomo, que es el que regula nuestras funciones vitales, con una disminución de la actividad del sistema nervioso simpático que es el que está más activo en caso de estrés, así como se ha visto que influye en marcadores como la secreción de cortisol. Asímismo, se ha observado mejora en los niveles de ansiedad.

Me gustaría también añadir que hay evidencia del efecto positivo del tratamiento craneosacro sobre la calidad de vida en personas con Parkinson, Esclerosis múltiple o fibromialgia.

Autor: Redacción Salud Integrativa –   Ir a artículos anteriores

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